¿CÓMO DARLE MÁS PRESENCIA AL JUEGO Y LA GAMIFICACIÓN EN LAS EMPRESAS PARA FOMENTAR EL APRENDIZAJE Y CAMBIO?

Hace muchos meses, hablábamos del poder del juego y la gamificación para conseguir motivación y cambio. Allí, ponderábamos el valor de los juegos de rol, escapismo, resolución de enigmas o cualquier otra forma de proceso que nos saque de nuestra “zona de comodidad” y exija nuestra aportación intelectual, manual o social, para resolver situaciones, analizar acertijos y tomar decisiones, en un contexto amable, agradable y desenfadado.

Estar entrenado en este tipo de actividades es una de las mejores formas de afrontar los tiempos de incertidumbre empresarial y económica que vivimos, que nos obligan a tomar decisiones en contextos sorprendentes, imprecisos y ambiguos.

EL PODER DEL JUEGO Y LA GAMIFICACIÓN PARA CONSEGUIR MOTIVACIÓN Y CAMBIO

Pero hoy queremos ir un paso más allá y plantearnos algo más ambicioso. Nuestro interrogante de hoy es: ¿qué pueden hacer las empresas para darle más presencia al juego y a las actividades gamificadoras, de lo que hacen hoy en día?

Quien más quien menos, ya ha hecho el típico “escape room” por Navidad, con su equipo departamental o directivo, la típica formación dinamizada con juegos de equipo y colaborativos alguna vez o, incluso, muchas grandes compañías han introducido la formación gamificada para el desarrollo de conocimientos de producto en sus equipos comerciales y de marketing.

Nosotros proponemos ir un paso más lejos y hacer que el juego y la gamificación sean algo tan cotidiano y sistemático en las empresas como la revisión mensual de Objetivos, el seguimiento de los Proyectos, el análisis continuo de la productividad o de los costes.

No vamos a insistir en la idea de que el buen clima laboral incrementa la productividad, la implicación y el compromiso de las personas. Pero es obvio que en esto se basa nuestra propuesta; Si a mejor clima laboral mejor productividad y resultados, como más transformemos nuestro entorno laboral en un espacio lúdico, amable, divertido y retador entonces mejor clima laboral tendremos.

Pero aquí no estamos pensando en la realidad de empresas tecnológicas y digitales con el modelo norteamericano exportado, tan marketiniano, tipo Google, Apple, o similar, en el que parece que el contexto de libertad para relajarse y jugar al ping-pong o billar, en cualquier momento, sea algo permitido y fomentado. Entre otras cosas, porque quienes conocen estas realidades saben que ello suele ser a cambio de jornadas laborales interminables y una presión continua y sistemática para cerrar los proyectos.

Estamos pensando en algo mucho más planificado, organizado, elaborado y dirigido. Estamos pensando en que parte del tiempo laboral de los directivos en línea y de los directivos expertos en gestión de personas, sea dedicado a pensar en este tipo de actividades para sus equipos de colaboradores. Quizás muchos de estos directivos, que puedan leer esto, puedan pensar que bastante trabajo tienen, como para ponerse a pensar en “jueguecitos”. Pues lo respetamos y, aunque cada caso es cada caso, entendemos que el buen manager y directivo, como ya hemos dicho en muchas otras ocasiones….

DIRIGIR Y LIDERAR, HOY DÍA, EQUIVALE A SABER FORMAR COLABORADORES.

Por tanto, ¿qué mejor forma de formar colaboradores, que haciéndolo generando continuamente espacios lúdicos con juego y gamificación?. La propuesta de Skillsbook, en este sentido, propondría planificar ya los siguientes procesos para cualquier departamento operacional, que quiera potenciar el aprendizaje y gestionar mejor el cambio de sus equipos de colaboradores;

  • Identificar, de entre los Objetivos críticos anuales del equipo, departamento o proceso, aquellos que podrían fomentarse, ayudar a dinamizar o acelerar, diseñando actividades de gamificación y juego.
  • Identificar, de entre las necesidades de conocimientos, aprendizajes y desarrollo requeridos por el equipo, departamento o proceso, aquellas que podrían acelerarse y dinamizarse, diseñando actividades de gamificación y juego.
  • Identificar espacios periódicos temporales, en los que se fomente la colaboración, la socialización y la relajación comunicativa, a través del juego y la gamificación.
  • Asignar un presupuesto y unos recursos anuales, para diseñar todas estas actividades de juego y gamificación, con una coherencia interna entre ellos, con las expectativas esperadas y una planificación temporal razonable.
  • Ejecutar dichas actividades de juego y gamificación, de acuerdo al plan diseñado, buscando que el provecho extraído de cada una, no sea solo para la consecución de objetivos y la mejora de conocimientos y aprendizajes específicos en cada caso, sino también para la mejora y desarrollo de los niveles de integración de los equipos y de los “soft skills” de cada participante.
  • Finalmente, evaluar el retorno de la inversión de todas y cada una de las actividades ejecutadas, desde el punto de vista de la mejora continua, la aceleración en la consecución de resultados y de la satisfacción de las personas y del clima laboral.

La planificación de estas actividades de gamificación y juego deben ser mayoritariamente pensadas en formato colaborativo y de equipo, pues así es como funcionan las empresas y organizaciones, pero también pueden planificarse actividades individuales pues, estamos convencidos que, todo aquello que ayude a activar la inteligencia personal, a esforzarse para aprender y a despertar un sentido del reto y del interés, es positivo, constructivo y aportativo.

Finalmente y de nuevo, uno podría pensar que proponer un nivel de presencia tan elevado del juego y la gamificación en los contextos laborales, es utópico, irreal, desafortunado e incluso ingenuo. Como siempre decimos, toda opinión bien argumentada es respetable y debe escucharse, sin embargo, nuestra “mirada”, en línea con lo que promulgamos en nuestro;

¿CÓMO ACELERAR LA CONSTRUCCIÓN DE “ORGANIZACIONES FELICES y SALUDABLES”?

nos dice que;

  • La mayoría de las generaciones más jóvenes quieren el juego (especialmente el digital), les gusta y se sienten cómodos en estos contextos.
  • Las empresas más eficaces y eficientes son las que mejor controlan y gestionan su tiempo y el de sus equipos y tienen claro que una inversión con retorno es mejor que un gasto reiterado injustificado.
  • El juego, como el deporte, permite traducir la rivalidad y competitividad en algo sano, positivo y constructivo. Características básicas que cualquier cultura empresarial debería fomentar.

Esperamos que nuestros argumentos, si no os convencen, si que, como mínimo, sean suficientemente sólidos como para reflexionar sobre nuestras propuestas y avanzar más rápidamente en su dirección.

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