¿QUÉ APORTACIONES POSITIVAS OBTENEMOS DE ALINEAR CULTURA Y SOFT-SKILLS-CONDUCTAS?

En nuestro último artículo proponíamos un método para alinear Cultura y Soft-Skills/Conductas de las personas de la organización. Era un escrito denso y extenso que no nos dejó tiempo para enfatizar la necesidad e idoneidad de dicha propuesta. Éste es el objetivo de nuestro artículo presente. ¿Por qué y para qué alinear Cultura y Soft-Skills/Conductas?

Vamos a estructurar los beneficios y ventajas de dicho proceso, en cuatro ámbitos distintos.

Desde una óptica de Dirección, Liderazgo y Gestión;

  • Rompe radicalmente la Resistencia al Cambio, porque se trata de centrarse única y exclusivamente en la mejora profesional. Las personas tenemos resistencia al cambio, eso es cierto. Eso se puede explicar por factores educativos, ambientales, psicológicos, de personalidad……Si el argumento para facilitar a las personas el desarrollo positivo de sus conductas es, única y exclusivamente, el desarrollo de su posición, el enriquecimiento de su puesto de trabajo y la mejora de su clima laboral, ¿por qué deberían negarse a ello?, en consecuencia estaríamos minimizando la resistencia al cambio en gran medida.
  • Es una gran Herramienta para desarrollar Equipos y para optimizar el potencial de delegación; alinear Cultura y Conductas, permite que el crecimiento intelectual y emocional de las personas sea continuo y, por tanto, su habilidad para relacionarse y asumir nuevas responsabilidades de forma ininterrumpida, también.
  • Ayuda mucho a la satisfacción del personal directivo y a entrar en una dinámica positiva. Es la consecuencia obvia de los dos puntos anteriores. El Directivo se sentirá mucho más apoyado por sus colaboradores y, en consecuencia, reconocido, aprobado y necesitado. La dinámica positiva es imparable y todo el equipo y, toda la organización, sale ganando.

Desde una óptica de organizativa;

  • Nosotros siempre proponemos alinear Cultura y Conductas con Herramientas lúdicas y participativas. Éstas herramientas ayudan mucho a que la persona individual se “abra”. Para alinear Cultura y Conductas debemos partir siempre de contextos relajados, amables, divertidos y desenfadados. El juego, en este sentido, es la mejor herramienta de partida. Cuando conseguimos que las personas participen del “juego”, incluso las que no les gusta el juego, nunca se niegan ni que sea con un papel secundario, a participar, el terreno para la apertura e intercambio, a través de la inteligencia emocional, está “abonado”.
  • Alinear Cultura y Conductas exige un grado de personalización a cada necesidad individual, altísimo. Debemos tratar cada persona a partir de su propio perfil conductual y, claro, su perfil académico, laboral, experiencial, social…..¿Quién se negaría a participar en un proceso de alineamiento, si se tiene en cuenta radicalmente, sus propias necesidades, deseos, expectativas y posibilidades.
  • Para alinear Cultura y Conductas debemos partir de la medición de las mismas, como ya hemos explicado en otros artículos. Las Grabaciones y Videos del comportamiento, para ayudarnos a medirlo, son una fuente de mejora continua. Las personas no se niegan nunca a ser analizadas si el contexto es positivo, el proceso es compartido y la finalidad es constructiva. Lo hemos constatado repetidamente y la fuente de aportación de valor es inagotable.
  • Fijarse como objetivo alinear Cultura y Conductas, potencia mucho la Creatividad y obliga a salir de la “zona de confort”. La única forma de empezar es, como repetimos continuamente, evaluar, medir y observar. Para evaluar, medir y observar debemos proponer actividades y procesos que pongan en juego la iniciativa, el liderazgo y la proactividad de las personas continuamente. Este sentido de reto o “challenge” continuo, fomenta la creatividad hasta niveles inesperados.

Desde una óptica del individuo “skilled”;

  • No es una Evaluación del Rendimiento. Si perseguimos alinear Cultura y Conductas y lo explicamos claramente, el estadio de evaluación inicial del individuo nunca se percibirá como un examen de “performance”. El examen de rendimiento es otra cosa. Evaluar el Rendimiento, a no ser que se haga muy bien, parte de un contexto de medición de desempeño, lo que implica que quizás no ha sido óptimo previamente. Quizás ello es cierto, pero no ayuda a cambiar ni a alinear y, por tanto, hay que eliminarlo de la ecuación.
  • Es una potente herramienta de mejora competencial; la persona entra en un proceso de “reskilling, upskilling, crosskilling”….continuos. Una vez tenemos el hábito de aprendizaje continuo, ya no lo abandonamos nunca, porque hemos probado la satisfacción del aprendizaje continuo.
  • Es una potente herramienta para mejorar la Calidad de Vida y el Autoconocimiento; si nos conocemos mejor, sabemos mejor qué nos conviene y qué no, sabemos mejor dónde acercarnos y de dónde alejarnos, sabemos mejor qué nos produce satisfacción y que no. Por tanto, es indudable que nos interesa.

Desde una óptica de entorno, sector o  mercado:

  • La última versión de la algunos referenciales normativos, tipo ISOs, IATF (automoción) exigen “Skills Tracking”; ya sabemos que sólo podemos alinear Cultura y Conductas si, previamente, las hemos medido y si, posteriormente, seguimos formalizando y monitorizando los progresos.
  • Acelera la preparación para la Industria 4.0 y visualiza los “soft skills” necesarios para I.A, teletrabajo, etc, etc….Alinear Cultura y Conductas, a través del desarrollo continuo de “soft skills” nos prepara mejor para el entorno tecnológico actual y futuro sin ninguna duda.
  • Ayuda a dinamizar la Flexibilidad de los Perfiles; el entorno nos exige eso y, trabajar en la dirección propuesta, obviamente también.

En resumen y para concluir, las aportaciones positivas de alinear la Cultura empresarial y los “soft skills”-conductas de las personas y disponer de un método para ello son incontables, imparables e inevitables.

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