Coincidiremos todos que, cuando estamos en el contexto y aún sin acabar de salir, de una de las mayores Pandemias de la historia de la Humanidad y que algunos han calificado como la 3ª Guerra Mundial, no hay otra forma de sobrevivir y salir de ella, especialmente en el ámbito económico y laboral, que la que el enunciado del artículo propone. Aún y haciendo las cosas medianamente bien las dificultades han sido y siguen siendo, enormes. 
Por tanto, no existe otro camino, dado el mundo y al entorno empresarial al que nos estamos enfrentando, que optimizar nuestra creatividad, capacidad innovadora, positividad e iniciativa. Si no salimos de nuestra “zona de comodidad” y aportamos lo mejor de nosotros mismos, en cada momento, vivir se transforma en un ejercicio muy doloroso.
En este sentido, pensamos que hay algunos aspectos clave, que cualquier profesional de cualquier trabajo y nivel debe interiorizar profundamente;
- Saber que el desorden e incertidumbre sólo genera más desorden e incertidumbre y que, por tanto, hay que buscar un orden, estructura, método, que se practique de forma continua y tenaz. Sin método y estructura, dentro del caos, no hay futuro.
- En segundo lugar, utilizar nuestro individualismo para “rebelarnos contra lo establecido” y “querer el cambio” en lugar de seguir como ovejitas del rebaño o de presentarle resistencia, respectivamente, es clave. Cada uno tenemos herramientas, inteligencia, criterio y valores. Debemos utilizarlos sin dudar en todo momento.
La imagen adjunta muestra la opción contraria y, desgraciadamente, demasiado habitual. - En tercer lugar, estar abiertos al aprendizaje, al procesamiento de la nueva información que nos llega, a formarnos cada día un ratito, es condición clave, para practicar dicha pro-actividad y positividad.
Practicar estos tres aspectos nos permitirá comprender mejor los cambios y los avances, nos permitirá protagonizarlos y no ser puros espectadores inconscientes o apáticos, nos ayudará a identificar la aportación de valor conseguida, una vez hemos experimentado dichos cambios.
En definitiva, y compartiendo el hecho que, pese a encontrarnos en el momento de mayor volatilidad, incertidumbre y complejidad de la historia de la Humanidad, la única solución es crear un valor de solidaridad, 
unidad, ayuda mutua, trabajo en equipo y búsqueda de opciones positivas continuamente que optimice la comunicación entre generaciones, opuestos o alejados, pues sabemos que, al final, todo está conectado con todo.
La aceptación de este hecho nos permitirá continuar experimentando pequeños espacios de felicidad y normalidad como seres humanos, seguir progresando como sociedad e ir a modelos económicos y de consumo más sostenibles, 
justos y equilibrados para todos.
Espero que este argumento ayude a comprender porque es tan importante tener una conducta creativa, innovadora, positiva y proactiva individual y continuamente. Ya no queda espacio ni tiempo para relajarse y no vivir intensamente el presente laboral.