La afirmación del título de nuestro artículo es algo absolutamente aceptado a día de hoy, incluso entre los líderes de empresas mínimamente profesionales, aunque es cierto que no siempre se tengan los “soft skills” necesarios para ejecutar eficientemente la misma. Pero veamos las razones de esta incompatibilidad y nos daremos cuenta que nos movemos en el ámbito de las habilidades de gestión, lo que no para de darnos razones para seguir desarrollándolas y ponderar la importancia de enfocarnos a ellas;
- No es compatible actuar de forma egoísta e individual y pretender mejorar porque no vamos a controlar el resultado de nuestras
acciones, vamos a usar más tiempo del necesario para hacerlas y eso, ya es ineficiente por sí mismo.
- La complejidad de las problemáticas y necesidades que tiene el más mínimo aspecto de una empresa hoy día, genera cantidad de información cruzada y sofisticada que, sólo puede ser gestionada correctamente, con la intervención de todas las funciones y responsables involucrados pero nunca, por una sola persona.
- Normalmente, dicha información se genera en uno o varios puntos, se analiza en otro u otros, a veces por personas distintas a las que actúan de receptores en la generación de la misma y, finalmente, se puede
explotar o utilizar en otro/s puntos o ámbitos, también por la misma o distintas personas, por tanto, es evidente, la incompatibilidad entre actuar individualmente y pretender mejorar.
- Teniendo clara la incompatibilidad de la premisa establecida, ello nos permite asegurar que cada persona y/o función ocupará el rol y la posición requerida o, como mínimo, que intentaremos planificar
mejor el ajuste persona/función, con lo que estaremos creando o posibilitando una mayor aportación de valor para la organización.
La conclusión de todos los argumentos que fundamentan la premisa de nuestro título, por tanto, es evidente. Tal y como diría el famoso jugador de la NBA, Michel Jordan;
El talento individual permite ganar partidos pero el trabajo en equipo permite ganar campeonatos.