El Liderazgo es, posiblemente, uno de los “soft skills” de los que más se ha hablado y sobre el que más literatura de gestión se ha vertido. Nos gustaría resumir, en este artículo, las cuatro ideas principales que creemos debe manejar un líder en el contexto de Transformación Digital, Organizaciones Exponenciales y Aprendizaje y Desarrollo continuo, que el siglo XXI nos está exigiendo.
Desde nuestro punto de vista, el buen líder de nuestra era, debe dominar básicamente los siguientes cuatro roles sobre los que se tiene que auto-evaluar y medir continuamente;
- Ser Visionario: al margen de la capacidad estratégica de definir o participar en la definición del futuro y la razón de ser de la empresa, debe tener la conducta de trasladar dicha visión a sus equipos y, a la vez, integrar y sumar la visión de sus equipos.
Esta capacidad visionaria se concreta con la capacidad de transformarla en algo medible, controlable y, en paralelo, que retroalimente continuamente. - Ser Arquitecto: ser un diseñador de la organización como un sistema abierto y motivador, un sistema que sea capaz de planificar, ejecutar y ajustar continuamente el flujo de los recursos necesarios para que siga funcionando. El líder actual diseña creativa y continuamente nuevas formas y modelos que respondan a la necesidad cambiante de cada momento.
- Ser Coach: motivando un amplio espectro de iniciativas formales e informales de aprendizaje en los equipos y creando una cultura de aprendizaje a través de toda la organización. Crea espacios para experimentar y avanzar en positivo de forma continua.
- Ser Catalizador: rompiendo las barreras que impiden avanzar en positivo, creando relaciones productivas, alineando continuamente la estrategia con las operaciones y el día a día, fomentando una visión global continuamente en todos los colaboradores y una cultura de trabajo en equipo siempre.
Además de todo esto, debe proporcionar continuamente reglas claras y establecer roles claros entre sus equipos. No debe fomentar los amiguismos ni debe evitar la asunción de responsabilidades, construye y ayuda a construir capacidades difíciles, como la de enseñar a sus colaboradores a decir que no o a mantener conversaciones difíciles, con sus otros colaboradores. Finalmente, entiende la causa raíz de los problemas y dirige los equipos para que la encuentren y la analicen y propongan las acciones y decisiones coherentes.
El perfil de Liderazgo necesitado en el siglo XXI es el del que equilibra la macro gestión con la micro gestión, visión global y personalización en la misma medida, para inspirar, resolver, avanzar y ejemplificar.
Pensamos que sería un error pensar que ya dominamos perfectamente estas habilidades. Hay buenos líderes en las Compañías que suelen exhibir un buen liderazgo, pero adquirir estas habilidades supone, además, evolucionar a un liderazgo excelente, y crear estos perfiles no será fácil. De nuevo, el trabajo directo con los “soft skills” es clave.