CREAR ORGANIZACIONES EXPONENCIALES PARA RESPONDER AL ENTORNO ACTUAL.

Airbnb tiene poco más de 7.000 empleados frente a los miles de empleados que tienen organizaciones más tradicionales como algunas de las principales del Ibex 35 o Dow Jones. Algo similar ocurre con UBER, Netflix….para citar casos que no son estrictamente tecnológicos. Las organizaciones exponenciales generan resultados superiores a las tradicionales con decenas de miles de empleados menos, provocando impactos exponenciales vs impactos lineales.

Es cierto que, en el caso de Airbnb, la pandemia del COVID 19 ha generado un parón significativo a su crecimiento, pero también es cierto que, según leemos recientemente en Cinco Días, la Compañía sigue con sus planes de salir a la bolsa de Wall Street, antes de fin de este año. Ello significa que ha tomado rápidas medidas y que éstas han sido efectivas. Todo lo que caracteriza a una Organización Exponencial.

Las estructuras matriciales y las «organizaciones clásicas» no funcionan al ritmo adecuado en un mundo exponencial basado en la información. Como afirma David S. Rose, cualquier compañía diseñada para triunfar en el siglo XX está abocada al fracaso en el siglo XXI.

Una organización exponencial es aquella que tiene tres características esenciales;

  1. Tienen un Propósito de Transformación Masiva (PTM), una misión milagrosa.
  2. Hacen un uso extensivo de recursos que no son de su propiedad (desmaterializando o desintermediando un sector)
  3. Su mayor activo es la información.

Para crearlas debemos aprender a escalar la tecnología y, la consecuencia obvia es que, seguidamente, deberemos aprender a escalar la organización usando la información como activo.

Tal y como explicábamos en el artículo Nº 14 de nuestro Blog, la Transformación Digital es la clave que deben afrontar las empresas y ello no pueden hacerlo sin desarrollar los “soft skills” de sus empleados. Bien, la forma que las organizaciones, transformadas digitalmente, adoptan, es la de Exponencial o, como mínimo, nada parecido al modelo tradicional y clásico. En este contexto, de nuevo, los “soft skills” son la clave.

¿O es que alguien piensa que organizaciones con una misión absolutamente diferente y milagrosa (PTM), que se nutre de la inteligencia de recursos externos y variables comprometidos esencialmente y que su activo principal es la información y, por tanto, la buena gestión de ésta, pueden funcionar sin personas con alta capacidad comunicativa, analítica, creativa, comprometida, flexible, pro-activa, productiva, relacional y social?

Por tanto, una vez más, las personas y sus habilidades de gestión son la clave para poder movernos en el S.XXI. con éxito.

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