¿ES IMPORTANTE ALINEAR LA CULTURA Y LOS “SOFT SKILLS” DE LAS PERSONAS QUE TRABAJAN EN LA EMPRESA?

Para evitar que, como nos recuerda Peter Drucker eternamente, la Cultura se coma a la Estrategia para desayunar, en Skillsbook pensamos que la Cultura de cualquier Compañía puede y debe mejorarse. Seguramente también las de las Compañías que han nacido, crecido y triunfado en los últimos años, compañías que, mayoritariamente, surgen o tienen una alta relación con el sector tecnológico y/o digital. Todos sabemos los nombres de estas empresas y, para cualquier recién licenciado, es tentador trabajar en ellas. Google, Microsoft, Cisco, Oracle, pero también otras como Airbnb, Amazon, Netflix, E-Bay…… Todas estas empresas, y seguramente muchas otras, ya tienen una Cultura participativa, creativa, innovadora, horizontal y desarrolladora. Por eso, las personas que trabajan en ellas, también tienen estos “soft skills” y ya han sido contratados, precisamente con estos “soft skills”.

A nadie se le escapa que el entorno actual exige este tipo de valores en grado de máximo desarrollo. Hay muchos factores externos que lo propician y no es objeto de este artículo hablar de ellos, pues ya se ha hecho mucho. Aquí hablamos de alinear la Cultura deseada y necesitada con las habilidades de las personas.

Hay muchas organizaciones que tienen muchos más años de historia, que no son hijas directas de la transformación digital y a las que transformarse y adaptarse al difícil entorno actual, no les está resultando tan fácil. Organizaciones que vienen de otro tipo de Cultura, Organizaciones que tienen muchos valores positivos, como la tenacidad, la ambición, la ilusión o la historia pero que quizás no han acabado de desarrollar esos “otros valores” tan importantes hoy día, como la iniciativa y proactividad, la flexibilidad, la creatividad, la velocidad de aprendizaje y adaptación, la unidad o el trabajo en equipo. Para este tipo de compañías es para las que quiero explicar la importancia de trabajar en “alinear la cultura actual con la deseada y, para ello, hay que conseguir que la coherencia de los “soft skills” de las personas con ésta”.

Justificamos la importancia de alinear cultura y “soft skills” de las personas, porque ello me aportará aspectos muy positivos, a saber;

  • En primer lugar, nos permite objetivizar, diagnosticar y conocer la Cultura Actual y los valores que la configuran, de una forma científica.
  • Ello me llevará a reflexionar sobre si, la cultura que tengo, es la que quiero y/o a definir una nueva cultura y unos nuevos valores.
  • También, colateralmente, me permitirá reflexionar sobre si mis Objetivos Estratégicos son, realmente viables, con la cultura y habilidades actuales. Algo que muchas veces perdemos de vista.
  • Me obligará a reflexionar sobre las habilidades y competencias que deben tener las personas, que configuran la organización, para conseguir dicha cultura con sus valores.
  • Para saber lo que necesito además, deberé evaluar e investigar las habilidades de las que dispongo ahora mismo.
  • Finalmente, necesitaré de un plan de mejora de dichas habilidades para alcanzar el estándar de deseado.

Pensar en la importancia de alinear cultura y habilidades, y como hacerlo, me obliga a reflexionar sobre ello de la forma más objetiva y sana posible, anticipando conflictos potenciales futuros. Solo el hecho de hacerlo ya me inicia en el camino de una cultura mejorada y cambiada.

Es un camino en el cual algunos podrían esgrimir y contraponer algunos argumentos contrarios. Por ejemplo, alguien podría decir que analizar objetiva y científicamente todos estos aspectos culturales y socio-psicológicos nos llevaría a “encasillar y constreñir la cultura empresarial”. Nos parece una afirmación lógica pero inexacta. Auditar un proceso, diagnosticar un problema, conocer un sistema, nunca encasillan o constriñen al mismo sino que lo enriquecen y mejoran y, todos éstos también están configurados y son gestionados por personas, lo mismo que la Cultura. Por tanto, por qué deberían encasillarla? La cultura debe estar alineada con lo que el entorno nos exige en cada momento y debo tener las personas que lo hagan posible. Como más y más objetivamente lo conozcamos y trabajemos, mejor.

Alguien podría también aducir, que medir los “soft skills” de las personas de la organización, supone “etiquetar a las personas”. En algunos de los artículos iniciales de nuestro Blog ya hablábamos de ello y proclamábamos la necesidad e idoneidad de hacerlo, baste recordar que, si no puedo medir, no puedo mejorar y ello también se puede aplicar a las personas. Simplemente hay que hacerlo de la forma correcta, adecuada, positiva, participativa y deseada, desproveyendo al proceso de cualquier sesgo evaluativo-punitivo, que nos permita evitar una tercera objeción muy típica, que también podría salir;

La propensión de que un proceso de medición cultural y medición de habilidades humanas como éste, nos “genere conflictos innecesarios”. De entrada, no pensamos que el conflicto tenga que ser algo negativo per si mismo. El conflicto puede ayudarme a salir de mi “zona de confort”, el conflicto puede despertar un sentido del reto y de la consecución. Pero si, aún y así, consideramos el conflicto como algo negativo, lo único que podemos decir es que peor conflicto es la situación de incertidumbre, indecisión, ambivalencia e inestabilidad que, una situación de entorno como la crisis actual Covid 19, ha llevado al entorno económico y empresarial.

Finalmente, alguien podría argumentar que un proceso como este conlleva una “pérdida de libertad y de espontaneidad” en las personas y, por tanto, en la cultura. Bien, es posible que algo así pueda suceder, sobre todo en los estadios iniciales de medición y evaluación. Sin embargo, y como siempre, es una cuestión de hábito y aprendizaje. Como humanos, somos capaces de normalizar cualquier situación y más transformarla en algo positivo. Estos días navideños en contexto pandemia, he visto empresas enteras haciendo montajes de video para cantar villancicos y luego reuniéndose por Zoom para disfrutarlo y felicitarse fiestas, he visto empresas enteras haciendo “el amigo invisible” por vía telemática, etc, etc….por tanto, quizás no hace tanto hubiéramos creído que la transparencia comunicativa, la disponibilidad a hacer aflorar emociones humanas o la creatividad para relacionarse y socializar telemáticamente, serían conductas impensables y difícilmente gestionables.

Desde Skillsbook proponemos abrirnos a lo distinto, siempre que nos aporte valor. Trabajar para alinear cultura y habilidades aporta valor, indiscutiblemente.

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