Nos parece importante empezar señalando que el cambio radical que ha motivado la situación sanitaria del último año, podría haberse digerido más rápidamente en las empresas si éstas hubieran diseñado, implantado y lanzado mejores planes y programas de Formación y se hubieran anticipado más en la Gestión del Talento. Ahora todo el mundo habla de la importancia de Gestionar el Talento, de “reskilling”, de “upskilling”, etc, etc….
Desde nuestro punto de vista, y siempre siendo conscientes de los riesgos de la generalización, hace demasiado tiempo que los planes formativos que muchas empresas diseñan:
- Siguen teniendo un formato académico demasiado tradicional (curso teórico o teórico práctico, con estructuras de objetivos, contenidos y metodologías muy estáticas y poco innovadoras, etc, etc….)
- Se le da poco peso a la evaluación de los aprendizajes adquiridos y la alineación con indicadores de impacto o la medición del retorno de la inversión en la formación no existe o está ausente.
- No hay una buena detección previa de Necesidades a resolver, problemas a minimizar, objetivos a conseguir sin la cual, el punto anterior es prácticamente imposible de realizar.
- Cualquier empresa de tamaño medio tiene cualquier plan de formación, pero muchas veces es más un requerimiento normativo, una cuestión estética o un hábito establecido, que algo que responda a la estrategia de la Compañía y sea imprescindible para garantizar su sostenibilidad.
- Los Programas formativos no están pensados para responder a la velocidad del entorno actual y a la obligación de aprender/desaprender de forma acelerada, transformarse continuamente y adaptarse con agilidad.
Si a esto le unimos que muchas investigaciones han demostrado que hasta 375 millones de trabajadores en todo el mundo podrían tener que cambiar de ocupación en la próxima década para satisfacer las necesidades de las empresas y que la automatización podría liberar a los empleados para que dediquen hasta un 30 por ciento de su tiempo a nuevos trabajos. Tal y como muestran alguna de las encuestas adjuntas (https://www.mckinsey.com/featured-insights/mckinsey-global-surveys ) sobre las necesidades futuras de la fuerza laboral, casi nueve de cada diez ejecutivos y gerentes dicen que sus organizaciones ya enfrentan brechas de habilidades o esperan que las mismas se desarrollen en los próximos cinco años.
Aunque la mayoría de los encuestados dice que sus organizaciones consideran una prioridad abordar la escasez de habilidades, pocos dicen que sus organizaciones entienden cómo equiparse con las habilidades de la fuerza laboral que más necesitarán. De hecho, solo un tercio de los encuestados dice que sus empresas están preparadas para hacer frente a las interrupciones de la fuerza laboral derivadas de la tecnología y las tendencias del mercado.
Desde Skillsbook pensamos que no hace falta darle muchas vueltas a todo esto. Basta mirar las prioridades de los 10 Top Skills 
que el World Economic Forum marca para el 2025, además, perfectamente agrupadas en 4 bloques muy definidos, de las que vamos a dar una mini explicación individualizada;
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS:
Pensamiento Analítico e Innovación: tipo de razonamiento y forma en que un individuo organiza la información. Es la capacidad general que tiene una persona para realizar un análisis lógico. La capacidad de identificar los problemas, reconocer la información significativa, buscar y coordinar los datos relevantes y la habilidad para analizar, organizar y presentar los mismos y para establecer conexiones relevantes entre datos numérico, de forma distinta e innovadora. Es la capacidad de entender una situación, dividiéndola en pequeñas partes o identificando paso a paso sus implicaciones. Es la capacidad de idear soluciones nuevas y diferentes para resolver problemas o situaciones requeridas por el propio puesto, la organización, los clientes o el segmento de la economía donde se actúe.
Solución compleja de problemas: complementando la habilidad anterior tenemos la necesidad de solucionar problemas complejos o la capacidad de entender una situación, dividiéndola en pequeñas partes o identificando paso a paso sus implicaciones. También incluye entender la sucesión de hechos en una secuencia y las relaciones causa-efecto de los hechos, profundizando hasta el nivel que sea necesario, hasta que la mejor solución surja de forma consecuente y coherente con el análisis.
Pensamiento crítico: es la habilidad que nos ayuda a diferenciar entre información mediocre e información de valor. Mientras mejor informado/a se esté, se estará en mejor posición para tomar decisiones que puedan traernos mayores beneficios a largo plazo. Por tanto, el pensamiento crítico no sólo implica proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar de forma efectiva a la postura más razonable y justificada sobre un tema. Un pensador crítico reconoce y evita los prejuicios cognitivos; identifica y caracteriza argumentos; evalúa las fuentes de información; y, finalmente, los argumentos. No se trata, simplemente de pensar, sino la necesidad de comprender para hacer o, dicho de otra forma, tomar la mejor decisión.
Creatividad, originalidad e iniciativa: 
Esta es la competencia que significa rápida ejecutividad antes las pequeñas dificultades o problemas que surgen en el día a día de la actividad. Supone actuar proactivamente cuando ocurren desviaciones o dificultades sin esperar a consultar a toda la línea jerárquica; así evita el agravamiento de problemas menores. También implica la posibilidad de proponer mejoras aunque no haya un problema concreto que deba ser solucionado.
Razonamiento, argumentación, solución de problemas e ideación: Argumentar es la capacidad que tiene el ser humano para sacar conclusiones, resolver problemas, aprender de forma consciente y establecer las causas lógicas de los hechos. Un argumento es una prueba o razón para justificar algo como verdad o como falso. Es la expresión oral o escrita de un razonamiento. Si unimos esta habilidad al pensamiento analítico y al crítico, la consecuencia es solucionar problemas e idear soluciones.
AUTOGESTIÓN:
Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje. Está asociada a la asimilación de nueva información y su eficaz aplicación. Se relaciona con la incorporación de nuevos esquemas o modelos cognitivos al repertorio de conductas habituales y nuevas formas de interpretar la realidad o de ver las cosas
Resiliencia, tolerancia al stress y flexibilidad: Hace referencia a la capacidad de modificar la conducta personal para alcanzar determinados objetivos cuando surgen dificultades, nuevos datos o cambios en el medio. Se asocia a la versatilidad del comportamiento, para adaptarse a distintos contextos, situaciones, medios y personas en forma rápida y adecuada. La flexibilidad está más asociada a la versatilidad cognitiva, a la capacidad para cambiar convicciones y formas de interpretar la realidad.
RELACIONALES:
Liderazgo y capacidad de influir socialmente. Es la habilidad para orientar la acción de los grupos humanos en una dirección determinada, inspirando valores de acción y anticipando escenarios de desarrollo de la acción de ese grupo. La habilidad para fijar objetivos, el seguimiento de dichos objetivos y la capacidad de dar feedback, integrando las opiniones de los otros. Es la capacidad de demostrar una sólida habilidad de comunicación y asegurar una comunicación clara. Alienta a otros a compartir información, habla por todos y valora las contribuciones de los demás. Genera vínculos a través de su lenguaje verbal y no verbal, su persuasión, su impacto su fluidez y riqueza de vocabulario, expresividad o precisión de la comunicación, la capacidad para expresar sentimientos y la originalidad de las expresiones.
DESARROLLO Y USO TECNOLÓGICO:
Uso Tecnológico, monitorización y control. 
El Uso Tecnológico es utilizar la tecnología para crear herramientas y accesorios para facilitar, ahorrar esfuerzo y tiempo al ser humano. El Uso Tecnológico nos ayuda a organizarnos mejor, a aprender cosas nuevas, a llevar registro de nuestras metas y avances personales o a comunicarnos en remoto. La monitorización y el control es establecer sistemas capaces de obtener información del entorno donde se despliegan para su posterior análisis.
Diseño tecnológico y programación. El diseño tecnológico es el proceso de visionado y definición de soluciones tecnológicas a uno o más conjuntos de problema. El diseño tecnológico se puede referir a “toda la actividad en conceptualizar, enmarcar, implementar, poner en funcionamiento y, finalmente, modificar sistemas complejos” o “la actividad que sigue a la especificación de requisitos y procede a la programación, como en un proceso de ingeniería.
Es obvio que difícilmente la mayoría de personas, en nuestra sociedad del año 2021, pueden desarrollar estas dos últimas competencias tecnológicas.
Pero también es obvio que, las generaciones más jóvenes y el futuro del mundo va a transcurrir en esta dirección y, también es obvio que, quien no haya vencido la barrera a todo “lo digital”, tenga la edad que tenga, en el año en que vivimos, tendrá más dificultades para encontrar y desarrollar un trabajo, sea del tipo que sea.
Queremos finalizar nuestro artículo semanal, planteando un triple condicional provocador;
Si es evidente que el entorno VUCA actual nos exige desarrollar estos “skills” e incluso las autoridades internacionales como el Word Economic Forum lo validan, si también parece claro que muchas empresas aún no entienden la inversión en Formación como algo estratégico e imprescindible para la sostenibilidad de la Compañía y, si muchos individuos aún no entienden la necesidad obligatoria de estar actualizando y adaptando continuamente conocimientos y habilidades,…..
¿No deberían las empresas empezar a diseñar itinerarios de desarrollo coherentes con las necesidades explicadas de forma más ágil, cubriendo todos los gaps e ineficiencias que hemos señalado al principio del artículo y buscar acelerar el desarrollo de las prioridades de “reskilling” que el mundo actual nos exige?