¿POR QUÉ DEBO DESARROLLAR TAMBIÉN LOS “SOFT SKILLS” PARA ADAPTARME AL TELETRABAJO Y LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL?

Hace semanas que, directa o indirectamente, venimos hablando de la importancia de desarrollar los “soft skills” para adaptarnos al entorno VUCA y a todas las cosas que están sucediendo, imprevisibles hace sólo unos meses. Pero hoy queremos enfocarnos aún más y ofrecer argumentos que nos permitan comprender la importancia de mejorar nuestras habilidades y conductas para adaptarnos más rápidamente a este mundo remoto y digital que nos va a tocar vivir desde ya. Veamos dichos argumentos;

En primer lugar, hay que pensar que algunos de los “soft skills” más importantes como la flexibilidad, la capacidad de aprendizaje, la resiliencia o la apertura al cambio, son habilidades que, precisamente, lo que hacen es ayudarme a “adaptarme” más rápidamente a cualquier circunstancia cambiante del entorno. Tener totalmente interiorizadas dichas conductas y practicarlas con total normalidad me convierten en un “hombre”, como el famoso poema “If” de Ruydar Kipling nos recordaba;

Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la pierdan y te culpen a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas…

Por tanto, ninguna de estas conductas es algo novedoso ni que deba sorprendernos. Ya a fines del S.XIX y mucho antes, las “soft skills” se habían descubierto. La cuestión es que, aunque sea con más de 100 años de retraso, quizás ya sería hora de empezar a adaptarlas, no?

En segundo lugar, porque algunos de los principales “soft skills” son precisamente los que me permitirán transformarme digitalmente más rápido. Desarrollar la capacidad de análisis, de buscar y gestionar información, de ordenarla y estructurarla, para ser más eficaces, eficientes y tomar mejores decisiones, son aspectos intrínsecos a la propia Transformación Digital. Tener atracción por estas conductas, en lugar de aversión, como muchas personas aún sienten, es algo inevitable hoy día. Ne debemos dudar ni un minuto que es mejor minimizar la resistencia al cambio, porque viviremos más tranquilos y seguros.

Para seguir argumentando la necesidad de desarrollar “soft skills” para adaptarme a la realidad actual pensamos que como más domine los todos “soft skills” sociales, más minimizaré la barrera y distancia que “teletrabajo y TD” me imponen. La capacidad de relacionarse, trabajar en equipo, desarrollar relaciones, comunicarse bien, negociar, etc, etc….son habilidades de socialización básicas. La realidad actual no hace más que ponernos “barreras” a todo esto y no hace falta explicarlo. Por tanto, la única forma de superarlo, soslayarlo y no dejar que nos condicione es aprender a ser tan eficientes socialmente en el mundo digital laboral, como lo somos en el real.

Se que alguien podría decir que eso es imposible y que la facilidad que la “presencia física” impone para comunicarse, es inalcanzable digitalmente. Quizás sí, pero hay dos factores que minimizan dicha resistencia. Primero, ¿hemos intentado optimizar la comunicación y buscar herramientas y recursos para minimizar estas barreras? Y segundo, como animales de hábitos que somos, ¿no será que lo único que necesitamos es habituarnos a esta nueva realidad digital y vivir en ella?

Además, ¿la única forma de equilibrar la automatización y robotización de tareas y decisiones con la humanización de las mismas, no es optimizando también aquellas cualidades y conductas que son, precisamente más humanas? La capacidad de comunicarnos y relacionarnos son algunas de las características más importantes que nos distinguen como humanos. Entonces, ¿si no trabajamos en buscar formas alternativas de relacionarnos y seguir optimizando la comunicación, no estaremos renunciando a nuestra humanización y, quizás, cediendo el terreno a las máquinas?. Aunque este es un debate ético que ya existe y no tenemos ninguna intención de abordar aquí, pues nuestro enfoque es mucho más modesto.

Lo que sí vemos claro es que nuestra seguridad,tranquilidad y armonía mejoran si nuestra capacidad de adaptación a “lo digital” y nuestra resistencia al cambio tecnológico se aceleran y se reducen respectivamente.

Para concluir, todo el mundo y ámbitos académico, empresarial, político, etc, etc,….coinciden en afirmar que la innovación es el valor competitivo diferencial del siglo XXI. La innovación y la creatividad, como la capacidad de idear y buscar soluciones alternativas a problemas complejos o de difícil solución, por tanto, entendida en el sentido amplio, son también y principalmente, un “soft skill”. Y, además, la mayoría de las innovaciones o de soluciones diferentes se mueven y se van a seguir moviendo, en el entorno digital.

Por tanto, es obvio que sobran las razones para desarrollar los “soft skills” como principal herramienta de adaptación a nuestra nueva realidad o “normalidad”, como la llaman muchos.

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